Kela, nacida en Madrid y profesional del mundo de la salud, tuvo su primer contacto con yoga en el año 2017 mientras vivía en el sur de Francia. Encontró una práctica transformadora que, lejos de ser solo un ejercicio físico, despertó en ella algo mucho más profundo.

Tras años con una práctica afianzada en Ashtanga, conoció Jivamukti yoga de la mano de Rebeca, Cándida y Manuel, con quienes hoy tiene la suerte de compartir templo desde el que enseñar. Sin duda, los valores del método tocaron en lo más profundo de su ser. El enfoque de Jivamukti, que busca el respeto y compasión por todos los seres, le brindó el propósito que había estado buscando, impulsándola a profundizar en sus estudios y a compartir estas enseñanzas con otros.

Kela es activista por los derechos de los animales, voluntaria en Santuario Vegan y está comprometida con un mundo más consciente y compasivo. Siente en la enseñanza del yoga una oportunidad de contribuir a un cambio positivo para todos y, por tanto, para el planeta.